top of page
Patrocinadores

 

Necesitas ayuda?

Captura de pantalla 2019-02-26 a las 11.

Ganso ciego, o mejor dicho, gansociego, es el gato por liebre colombiano. Es un fraude, un engaño, una cosa por otra. Es todo eso y más.

 

Tiene un toque de “malicia indígena”, de esa que por ser malicia es más española que indígena. Es probable que la palabra haya nacido en las calles, y de allí, haberse expandido su uso a toda Colombia, como sucede desde hace un buen tiempo con todos los usos y abusos del hampa.

Cuando te meten un gansociego, sólo te quedan unas ganas terribles de revancha, quieres a toda costa devolver el golpe meterselo a alguien más. De ahí empieza toda una reacción, al estilo de la mismísima cadena alimenticia, que al final, ¿porqué no?, termina definiendo una cultura, y hasta una nación. Llegado a este punto es cuando comienzo a intuir que Colombia no es más que un gansociego bicentenario. Uno que llevamos por el mundo, tratando en vano de metérselo por los ojos a unos pobres foráneos sin velas en este literal entierro, con ese provincialismo nuestro que es más ingenuo que arrogante.

Y así, nuestro ganso va mudando de plumaje a través de las épocas, desde las Montañas de Colombia hasta el Palacio de Nariño; desde Bolívar, que era venezolano, hasta Ingrid Betancourt, que a veces es francesa. Cada cuatro años más o menos nos lo venden en subasta, adobado con lemas y frasecitas orwellianas, que quieren decir lo contrario de lo que expresan: “Bienvenidos al Futuro”, “Es el Tiempo de la Gente” “Mano Dura, Corazón Grande”, “Unidad Nacional”, y otras más por el estilo.

IMG-2214.JPG

Únete a la pandilla del ganso!

Sign Up
Contáctame // gansociego1@gmail.com// @ganso_ciego

© 2023 por TuCamino. Creado con Wix.com

  • Facebook icono social
  • Icono social de Google
  • Icono social Instagram
bottom of page